Cada vez es mas habitual el uso del whatsApp para comunicarnos, y también es muy habitual formar parte de un grupo donde ponemos información en común. Lo que originariamente surgió como un canal de comunicación entre amigos o personas intimas, adquiere cada vez mas trascendencia publica, y a pesar de dicha trascendencia, nosotros utilizaos el canal de una forma cada vez mas coloquial.
Ello nos lleva en ocasiones a poner en común situaciones vividas personalmente que según este contada, puede tener trascendencia penal. Así una madre fue condenada por delito de calumnias donde en un whatsApp ponía:
esto es lo que os voy a decir lo que está sufriendo mi hijo. La profesora se dedica a zarandearlo de malas formas, a tirarlo del brazo, se burla de él, le tira las fichas del puzzle al suelo, le come el bocadillo…con esto os quiero decir que controléis a vuestros hijos que le preguntéis por esta individua y si pasa con alguno más tenemos que hacer fuerza entre todos y plantarle cara…».
Se debe ser consciente del foro donde se ponen las comunicaciones, y pensar que la comunicación puesta en un grupo o en un medio, aunque nos pensemos que no trasciende, es totalmente incontrolable.
En el caso que nos ocupa Considera el tribunal que las expresiones han de valorarse en el ámbito del acaloramiento en que se produjeron y por ello la adecuación de la pena.
C. DIAZ & SONEIRA. ABOGADOS.